El engaño de Volkswagen al enmascar con un software los niveles reales de contaminación de CO2 de sus motores diésel podría ser transparente a una inspección técnica habitual en España.

Así lo asegura Enrique García, técnico de la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Tecnica de Vehículos (AECA-ITV), tras el escándalo que salpica al gigante alemán del automóvil y que solo ha sido destapado por una investigación de una ONG estadounidense, continuada por investigadores de la Univerdad de Virginia Occidental.

"En las inspecciones de la ITV está prohibido desmontar cualquier elemento del coche. Eso imposibilitaría que en una inspección se pueda detectar un fraude que se esté produciendo a través de la instalación de algún aparato dentro del vehículo", asegura García.

Su afirmación emparenta con el método fraude masivo de Volkswagen. Su propulsor EA189 incorpora un software para reducir sus emisiones cuando detecta que está siendo analizado pero, una vez en carretera, podría emitir de 5 a 35 veces los límites de contaminación permitidos. "Nosotros solo podemos detectar aquellos fraudes que puedan ser delatados por algún ruido extraño que haga el coche o por cualquier elemento visual que resulte sospechoso", dice este técnico consultado por 20minutos.

Las emisiones que pueden detectarse en las Inspecciones Técnicas de Vehículos son las que emite el vehículo a través del tubo de escape, pero en el caso de que se tratatase de alguno de los cuatro modelos del grupo Volkswagen —el Jetta, el Beetle, el Audi A3, el Golf (estos cuatro, en sus versiones de 2009 a 2015) y el Passat fabricado de 2014 a 2015— esos niveles ya habrían sido convenientemente reducidos antes de llegar al tubo de escape por el software fraudulento que incorporan, para emitir menos dióxido de carbono al 'intuir' una inspección externa.

La sonda que utilizan los inspectores captan todos los gases contaminantes y de efecto invernadero que salen del tubo de escape, pero "solo se tiene en cuenta el número de partículas en suspensión para decidir si un coche pasa o no la ITV", explica Enrique García. Si superasen este límite, el coche no pasaría la ITV. Y según este técnico de AECA-ITV, en Madrid, entre el 10 y el 20% de los vehículos rechazados son precisamente por este exceso de emisiones contaminantes.